Bressia "vitivinicultura en el centro de la escena nacional y provincial"

Para comenzar queremos agradecerles por acompañarnos y en especial a los anfitriones, en la persona del señor intendente de Godoy Cruz, Diego Costarelli, que por segundo año consecutivo pone a disposición de Bodegas de Argentina, este histórico y preciado lugar.

Aprovechamos también para saludar a toda la comunidad vitivinícola del país que está en días de cosecha y elaboración. Y también un saludo muy especial para todas las mujeres en su día.

Esta vendimia, a diferencia de las anteriores, nos sorprende con la vitivinicultura en el centro de la escena nacional y provincial. A una de las industrias más controladas y reguladas del país, parecen llegarle poco a poco los esperados y tantas veces reclamados cambios que solicitamos desde este atril.

Las preferencias de los consumidores y la innovación de otras bebidas, corren a una velocidad que supera nuestra propia capacidad transformadora. Es tiempo de cambios profundos para una nueva vitivinicultura argentina, moderna, competitiva, con menos regulaciones, menor intervención estatal, menor burocracia, mayor libertad para realizar negocios, inclusiva, previsible y sustentable.

Es cierto que tuvimos un año diferente con un cambio de nuestro foco y atención. Pasamos de trabajar en el día a día de lo posible, a la mirada esperanzadora del mediano plazo. Pero también es cierto que las ventas no llegaron, el crecimiento está estancado y seguimos adelante con la resiliencia que nos caracteriza. Trabajamos incansablemente para que se reviertan las tendencias.

Debemos agradecer a las autoridades nacionales y provinciales que se involucraron con los temas que más nos preocupan. Burocracias; regulaciones estructurales, operativas y cuestiones institucionales de la vitivinicultura."
Algunas van cambiando y otras parecen estar tan anquilosadas que no alcanza con la buena voluntad de la mayoría.

Apoyamos la gestión del Presidente Javier Milei, la estabilización de las variables macroeconómicas y las reformas del Estado encaradas.

- Apoyamos la estabilidad económica para poder prever el futuro y dejar de tener los sobresaltos que impiden trabajar en el largo plazo.

Apoyamos la desregulación de las actividades, dejando de intervenir" desde un escritorio a la actividad económica real.

Apoyamos la apertura de la argentina al mundo para que cada vez más, el trabajo de los argentinos, pueda estar en la mesa de los consumidores internacionales.

Se dieron pasos muy importantes tales como quitar regulaciones a los precios en el mercado local, flexibilizar los pagos al exterior, eliminar las retenciones para economía regionales, derogar ley de contratos de compra de materias primas en Mendoza y corregir regulaciones propias del vino.

Agradecemos a las autoridades el habernos convocado para identificarlas y participar de las discusiones que hicieron posible implementar los cambios.

Necesitamos otros estándares de competitividad, sólo aquellos que dejan trabajar a los empresarios con libertad, con responsabilidad y asumiendo su riesgo como tales. Es nuestro tiempo como nunca antes. Tenemos la oportunidad de:

-Alcanzar una reforma tributaria que quite el peso del Estado en los emprendimientos privados.

-Diseñar un Instituto Nacional de Vitivinicultura al servicio de los consumidores y de las empresas;

-Recuperar competitividad a través de flexibilidad laboral y menores costos al trabajo;

-Modificar la ley de vinos que impone restricciones a las empresas y a las autoridades que pretenden flexibilizar;

-Acordar con los mercados de destino aranceles que nos pongan en igualdad de condiciones con otros países productores;

-Alcanzar una distribución del agua justa y equitativa.

-Eliminar regulaciones a la producción.

-Direccionar responsablemente nuestros aportes económicos hacia la promoción en los mercados foco.

Insistimos con incentivar la demanda en lugar de regular la oferta.

Producir lo que queremos en lugar de lo que necesitamos, es parte del pasado. La cadena de valor se construye desde los consumidores hacia la producción, y no a la inversa. Es una verdad tan incómoda como real que domina los tiempos actuales. Desde nuestro lugar, estamos dispuestos a apoyar todo"
aquello que funcione en este sentido y a castigarlo si es contrario.

Agradecemos el apoyo a los gobiernos provinciales donde la vitivinicultura se viene desarrollando. En especial al Gobierno de Mendoza, en la persona del Gobernador Alfredo Cornejo, por el respaldo permanente a nuestra actividad, el financiamiento, el turismo y la reciente iniciativa de organizar una feria inversa. Los clientes visitarán nuestras bodegas, como una nueva manera de hacer negocios.

Los viñedos ya cubren superficies en casi todas las provincias de nuestro país. Eso nos lleva a la necesidad de transportar el resultado de la producción a los centros de consumo, los pasos fronterizos y los puertos de salida al mundo. Una red logística eficaz en su funcionamiento, eficiente en sus costos y transparente en su operación es uno de los pilares para exportar productos de alto valor agregado como los nuestros. Sabemos que se necesita mucha inversión en este sentido, pero solicitamos agotar todo aquello que haga a la gestión, eliminación de burocracia y modernización de los procesos que den fluidez y productividad al tránsito local e internacional.

Necesitamos ayuda paras combatir la Lobesia. Si bien las bodegas y productores están haciendo un gran esfuerzo, no alcanza para controlarla. Es una cuestión de Estado combatir las plagas que nos aquejan.

La vitivinicultura argentina tiene un modelo único, caracterizado por la diversidad de climas y suelos, el origen de las inversiones y los tamaños de las empresas que la componen.

Su asociatividad, la defensa de sus intereses, el apoyo a su desarrollo competitivo, relaciones sinérgicas y el mejoramiento de la comunidad toda, son los principales propósitos de Bodegas de Argentina.

En sentido trabajamos incansablemente en toda la cadena de valor y en las  nuevas actividades conexas como el Enoturismo y la certificación de la Sostenibilidad de las empresas, que ya supera 350 locaciones pertenecientes a 120 empresas.

El desequilibrio de las variables económicas del pasado tuvo impacto en los salarios de los trabajadores vitivinícolas. Desde nuestra institución impulsamos las mejoras salariales posibles y abogamos por mantener el terreno recuperado, frente al flagelo de la inflación.

Necesitamos revertir la retracción de la vitivinicultura, construir confianza en los clientes internacionales, mejorar nuestra competitividad, volver a la inversión, el crecimiento y el entusiasmo por nuestra actividad.

Es tiempo de vendimia. Es tiempo de celebrar una nueva cosecha y el resultado del trabajo. Es tiempo de renovar la esperanza en el futuro. Tenemos mucho por hacer.

Contamos los unos con los otros.

Salud.

Walter Bressia 
Pte de Bodegas de Argentina