Las diversas comprobaciones asumidas por la instrucción del fiscal federal de San Luis, que partieron a raíz de la sorpresiva auto vinculación en una comisaría de un joven de 25 años han sido negativas hasta el momento. 

Se trata de un joven que desde el principio se sabe que es un paciente psiquiátrico con control médico y que está viviendo un brote en estos días según lo manifestó a la justicia la misma siquiatra. 

Entre los nuevos elementos peritados estuvo el celular y fue rápidamente comprobado que ese equipo nunca estuvo en las inmediaciones del barrio 544 viviendas donde desapareció Guadalupe Lucero. 

Ayer se cumplió la segunda etapa de la verificación en el terreno de la noche de la desaparición y al finalizar la jornada se llevó a cabo una inspección con científica y un perro rastreador en una vivienda en el barrio Los Aromos donde vive el joven autoincriminado. 

Las pruebas de luminol y el seguimiento por el canino dieron negativo. Así se ha ido cerrando la novedad que sacudió la investigación y dio esperanzas de poder esclarecer qué pasó con la niña de 5 años, desaparecida cuando jugaba con otros niños en la puerta de la casa de su tía en San Luis.

El joven fue trasladado a un establecimiento hospitalario donde quedó sin custodia policial ni tampoco se dispuso una para la vivienda allanada. 

De todas formas el perímetro de la zona serrana señalada en la comisaría Segunda será rastrillada con el perro de Gendarmería pero sin mayores expectativas.