La palabra viernes viene del latín Veneris dies (Día de Venus) en honor a la diosa de la belleza y el amor en la mitología romana, aunque este introito conlleva otro significado donde el día viernes se multiplica por tres hechos entrelazados por un terrible accidente con dos niños muertos, un juicio que terminó con condena y, ahora, una rebaja en la pena que le abrirá la puerta al culpable.

Entre aquel viernes 14 de diciembre de 2018 y este viernes 6 de enero del 2023, el almanaque marca 1.489 días, tiempo en el que han pasado muchas cosas, pero pocas donde se entremezclan el dolor por lo irreparable, la esperanza de un juicio justo, una condena que nunca compensará el dolor permanente y ahora la decepción sobre lo ya juzgado.

Tres viernes

El viernes 14 de diciembre del 2018 Carla Pagliaricci, junto a sus dos hijos Abril (3) y Agustín (7), esperaban en la esquina de Costanera y Matienzo (Guaymallén) para cruzar la avenida, cuando fueron atropellados por un pesado Ford Farlaine que conducido por Jose Caccia (30), en un incidente de tránsito donde además se vieron involucrados un camión y otro rodado que, de contra mano, era conducido por un hombre alcoholizado.

Los niños fueron derivados al hospital Notti, mientras la madre optó por dejar el hospital, donde había sido internada con múltiples fracturas, para acompañar a sus hijos, que terminaron falleciendo días después.

 Condenado

Otro viernes, pero del mes de agosto y del año 2021, Jose Caccia fue condenado en un juicio oral y público a la pena de 10 años de prisión como autor del delito de homicidio simple con dolo eventual. Y ese día Carla volvió al lugar del accidente donde, pese a no estar de acuerdo con el fallo, aseguró “mis hijos ahora pueden descansar en paz…”

Ese mismo año solo los defensores de Caccia apelaron el fallo, con el argumento de estar ante un hecho de “negligencia” por cuanto su asistido no se pudo representar que iba a terminar con la vida de los niños. Por lo que solicitaron el cambio de calificación a homicidio culposo que prevé una pena de 3 a 6 años de prisión.

Ahora ese reclamo defensivo fue aceptado por la Suprema Corte de Justicia de Mendoza al señalar que el hecho por el cual fue condenado debe considerarse culposo (accidental) y no doloso (intencional).

En libertad

Y así llegamos a este viernes 6 de enero de 2023 día en que el Tribunal Colegiado Primero, integrado por los jueces Rafael Escot, Eduardo Brandi (penal de menores) y Mauro Perassi, decidirá en una audiencia, a partir de las 9, si le dan la libertad a Caccia porque con la nueva figura penal que tiene el expediente tal como lo decidió la Corte (homicidio culposo agravado por la cantidad de víctimas fatales y lesiones graves culposas), el condenado ya ha cumplido con los 3 años de pena mínima que tiene la condena, pues lleva 4 años de encierro.

Y si se considera la pena máxima del delito -6 años-, ya ha cumplido los dos tercios de la misma. En lenguaje popular, más allá de lo que jurídicamente decida el Tribunal, este viernes se le abrirán las puertas de la cárcel para Jose Caccia y el hombre volverá a estar en la calle.

Y al mismo tiempo una madre volverá a reclamar, como siempre lo ha hecho, simplemente pidiendo justicia para sus hijos.