La “Zamba de los adioses” un homenaje a 12 años de la muerte de Mercedes Sosa

En recuerdo al legado de la gran cantora, Guaymallén presentó “Zamba de los adioses”, una inédita producción audiovisual interpretada por la Orquesta Municipal de Guitarras Tito Francia y la participación especial del Dúo Nuevo Cuyo.

Sociedad04/10/2021Redacción CuyoNoticiasRedacción CuyoNoticias

Tejada Gómez junto a Mecedes SosaHace doce años dejaba este mundo la gran Mercedes Sosa, ícono de la canción popular argentina y una de las voces más destacadas de Latinoamérica.

La afamada canción escrita por Armando Tejada Gómez y musicalizada por Tito Francia fue parte del doble álbum “Cantora” (último proyecto de Mercedes Sosa lanzado en 2009), grabada en aquella oportunidad junto al Dúo Nuevo Cuyo y cedida para esta ocasión por la compañía discográfica Sony Music Argentina, junto a la gestión de la Fundación Mercedes Sosa para la cultura y la familia de la cantante. 

La producción se filmó a orillas del canal Cacique Guaymallén, escenario referente de distintas composiciones culturales a lo largo de la historia y donde fueron arrojadas parte de las cenizas de la artista. En las imágenes también se visualiza el monumento al Nuevo Cancionero (movimiento impulsado por Mercedes junto a otros grandes músicos), a la Orquesta de Guitarras Tito Francia -dirigida por Pablo Budini y Sergio Santi- y a los hermanos Gustavo y Guillermo Micieli (Dúo Nuevo Cuyo). 

La voz de Mercedes Sosa cobra importancia una vez más y se enmarca en una zamba muy sentida, que refleja la poesía de su compadre Tejada Gómez, quien la impulsó como artista en su juventud cuando compartían sueños en estas tierras guaymallinas. 

La mayor exponente del folclore argentino murió el 4 de octubre de 2009 en Buenos Aires, a los 74 años, convirtiéndose en un ícono para la cultura nacional. 


"ZAMBA DE LOS ADIOSES" 
Cae la tarde en los sauces
a la orilla del canal,
la luz cumbreña derrumba otra vez
en la montaña un imperio de sol,
todo el paisaje parece decirme adiós
en esa luz que se va.

Lenta la luna de otoño
sube y sube el arenal,
sobre las viñas derrama su luz
luna de marzo, rocío y canción,
me va pisando la sombra
porque me voy llenando de soledad.

Cómo olvidar el agua
que andaba en la acequia regando tonadas
cuando eras leyenda Mendoza mía
bajo el cielo enorme de tu Aconcagua,
hoy sé que duele la ausencia
y el corazón no sabe decirte adiós.

Cuando te piense de lejos
patria verde del lagar,
volveré niño aromado de amor
al viento brujo del cañaveral,
y de a hondazos de sueños por el canal
mirando el adiós pasar.

Nadie se va de Mendoza
aunque piense que se va,
madre es la tierra y el hombre raíz
árbol que crece en la paz estival,
quedó durando en tu sangre
porque yo soy guitarra que volverá.

Cómo olvidar el agua
que andaba en la acequia regando tonadas,
cuando eras leyenda Mendoza mía
bajo el cielo enorme de tu Aconcagua,
hoy sé que duele la ausencia
y el corazón no sabe decirte adiós.

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